Los bonos de carbono, o créditos de reducción de emisiones certificados son certificados de reducción de emisiones. Se les conoce por sus siglas en inglés: CER’s (por “Certified Emisión Reductions”), equivalen a una tonelada de dióxido de carbono evitada o no emitida a la atmósfera.
Además son una herramienta financiera que permite a las empresas y países reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la lucha contra el cambio climático. Funcionan a través de un sistema de compensación, en el cual una empresa o país puede compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero al adquirir créditos de carbono generados por proyectos sostenibles en otras partes del mundo.
En 1992, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (también conocida como la Cumbre de la Tierra) estableció la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) con el objetivo de estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
En 1997, se firmó el Protocolo de Kyoto, un acuerdo internacional en el que los países industrializados se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 5,2% en comparación con los niveles de 1990. El Protocolo de Kyoto estableció un sistema de comercio de emisiones de carbono y estableció los marcos para los créditos de carbono.
Las Naciones Unidas también son el hogar del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), establecido en virtud del Protocolo de Kyoto. El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) permite que proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo obtengan créditos de reducción de emisiones certificados (CER).
Industrias de Biogás es un proyecto de Guatemala, adscrita al Protocolo de Kyoto y por ser un proyecto de generación de energía renovable, genera alrededor de 100,000 créditos de carbono al año.